Hace tiempo que no recibía tu visita,
como es costumbre, apareciste sin avisar, y en el momento menos indicado
Se que tan solo eres un sintoma de lo que en verdad me afecta
Ha cuatro años habitas en mi mente, latente, siempre oculto pero presente
Te reconozco a pesar de que no poseas un rostro, pues eres el resultado de todo lo que me callado
estas repleto de mis inseguridades, de mis heridas del ayer, de mis defectos y errores pero sobre todo de mi soledad
Creo que demasiado pensar tarde o temprano me va a matar
Hasta luego, querido trastorno...
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