28-11-2020
4.3
Florescano, Enrique (Coordinador) (1995) MITOS MEXICANOS. Aguilar, México,
capitulo “La nación y sus símbolos”,
p.238-292
México
y sus símbolos ¿Qué serían las naciones sin su símbolos? ¿Qué seria México sin
sus héroes? ¿Qué seria sin sus semidioses? Porque ¿Qué es un pueblo sin sus
símbolos?
Recuerdo
de niño asistir a los festivales conmemorativos del 20 de noviembre que da
inicio a la Revolución de México en 1910, recuerdo la emoción que año con año
nos transmitía el Director de la primaria a la que asistía en mi comunidad y se
realizaba un recorrido a través de las calles de esta vestidos de
revolucionarios y Adelitas. Era un excelente motivador, aunque siempre terminaba por quedarse sin
voz. Como niño no comprendía exactamente porque gritábamos con tanto fervor, y
debo admitir que aun hoy no llego a entender el nacionalismo puritano, recuerdo
que mis profesores decían que era una falta de respeto no saludar la bandera
cuando se cantaba el himno, ahora que soy unos años mayor sigo sin encajar con
el estereotipo mexicano de embriagarse, comer al hartazgo por cualquier celebración ya sea este la
independencia, la revolución, un bautizo, primera comunión o una boda. Este
hábito de celebrar hasta la pérdida, esta pasión por el fútbol y la división
que existe entre los equipos de fútbol como el clásico américa-chivas. Mi padre
afortunadamente no me heredo su fe por el fútbol quizás debido a mi
indiferencia a esta actividad. Ocasionalmente miraba algún programa o algunos
minutos del partido que se estuviese transmitiendo al pasar por la sala pero
más allá del aburrimiento los partidos de fútbol no me interesaron. La
selección de fútbol de México, es un símbolo de que lo nacional puede triunfar,
una esperanza de que el mexicano puede ganar, pero que sin embargo antes de
llegar al quinto partido recuerda que es el conquistado y se auto sabotea año
con año. Pero cuál es la alternativa a la narrativa que nos han contado,
destrozar por completo las historias de los héroes que son representantes de
nuestros ideales, porque estos son nuestro referente ante lo que es ser un
mexicano.
“El
macho y el machismo” p. 179-184
¿México
sigue siendo un país de machos?
Si,
rotundamente se muestra en la música que escuchamos, en los protagonistas de
telenovelas mexicanas, en las películas pero sobre todo en el día a día de la
mujer violentada, maltratada, amenazada por su pareja. En las adolescentes y
niñas que son abusadas sexualmente por familiares dentro de sus “hogares”, se
observa en los comentarios como “yo los mantengo”, “no llores pareces vieja”,
”los hombres no lloran” o en las más reciente que le escuche a un familiar “las
mujeres para que quieren estudiar”.
El
machismo es algo que permea todos los días en actitudes y actos tan cotidianos
que no son visibles a simple vista pero al observar con detalle a ojo de lupa,
podemos ver que el machismo no solo afecta a las mujeres, sino además al
“macho” al incansable organismo procesador de alcohol, porque ¿Qué hombre no
toma alcohol? Y si no lo hago ¿dejo de ser hombre o soy menos hombre? Pero ¿Qué
significa ser hombre en el siglo XXI? Actualmente se está concientizando a los
más jóvenes (incluyéndome) recibimos información sobre las acciones que debemos
cambiar, desde lo más simple como hacernos cargo del lavado de nuestra ropa, el
no esperar a que la mujer te sirva de comer porque eres hombre y llegas cansado
de trabajar o eres el estudiante y se debe atender, hasta comenzar a mostrarnos
vulnerables y mostrar nuestros sentimientos y dejar de hacernos los fuertes
ante el dolor. Porque el machismo se respira en los hogares mexicanos, desde
que llega el padre y llega exigiendo que le den comer o si este llega a la
media noche, alcoholizado y aun así su pareja le sirve, le calienta sus
tortillas, quizás por los hijos, porque piense que es su cruz que le toco,
porque una vez casado por la iglesia no se debe divorciar, porque teme a estar
solar, porque le enseñaron que ella sin un hombre no era nada, porque el
divorcio le generaría daño a sus hijos, pero no le está causando daño todos los
días, al escuchar las discusiones, los gritos, los aso tones de puertas, el
llanto de su madre, que una vez terminada la discusión al otro día sonreirá y
se levantara como si fuera normal están en una relación insana, como si no se
tuviera derecho a otra historia y su destino ya estuviera escrito. Quizás tenga
miedo a denunciar porque las autoridades mexicanas no se han caracterizado por
su eficacia si nomas bien por su postergación de la atención al ciudadano.
“El
narcotraficante” Federico Campbeli p. 283-292
El
traficante es un triunfador que sabe manejar la violencia. Estaba recordando un
podcast donde entrevistan aun rapero que por lo general o al menos sus
canciones de inicio y que le dieron viralidad en las redes sociales fueron las
que hablaban de la mariguana, del narcotráfico y el comentaba que las canciones
de rap de México generalmente habla de eso no por decisión si no porque era la
realidad del país. Y me dio otra perspectiva pues aunque en mi adolescencia
llegue a escuchar a Cartel de Santa y a C-kan después me preguntaba ¿Por qué
solo hablan de eso? Ahora desde la psicología puedo argumentar que era el
contexto donde nacieron, donde crecieron y donde les tocó vivir, pero el
narcotráfico esta en todos los estados
de la república por es las canciones venden, porque los niños, adolescentes,
jóvenes y adultos se identifican con lo que el artista dice, con lo él relata,
ya sea porque se ha vivido oh porque se aspira a tener esa vida. Por eso los
narcocorridos en México son parte de la cultura popular, tenemos una idolatría
a los otros héroes de México, copiamos su
vestimenta y usamos su jerga en la vida cotidiana. Porque en México como se ha
dicho en este país, “la vida no vale nada, comienza llorando y así llorando se
acaba…” por eso debemos disfrutar el
aquí y ahora, por eso no tenemos responsabilidad de ahorro e inversión, por eso
las fiestas, por eso los excesos, las fiestas patronales son el consuelo de los
pobres, de los marginados, de los olvidados, de lo que no tienen posibilidad de
cambiar su nivel de economía o donde las probabilidades son menores del 5% tan
solo para ser clase media. El narcotraficante es muy mexicano, pues es
hipócrita no es congruente, porque con familiares, conocidos y cercanos son a
toda madre, ayudan al pueblo, construyen escuelas y son todos generosos y
bondadosos. Pero también te piden suelo, también reclutan a los jóvenes,
también matan a sangre fría, graban y exhiben lo crueles y violentos que pueden
ser si se meten con ellos. Para el mexicano de a pie y sobre todo en zonas
rurales ya no es sorpresa escuchar balaceras por algún enfrentamiento en la
madrugada, y a la maña ver la noticia de los vencidos, no es sorpresa encontrar
muertos destazados con un mensaje de los autores, se muestran orgullosos de su
acto. Pero es fácil juzgar al narcotraficante, al sicario, desde el privilegio
de la educación pero ¿Cuáles eran las opciones de estos jóvenes?
Si la
pobreza y el hambre no tiene moral, alabamos a los ganadores, a los que dominan
el territorio, a los que más droga han exportado a los gringos, nuestros
mejores compradores. Si la familia sanguínea está llena de carencias, mucha
madre o poco padre, los jóvenes encuentran la familia en el narco se siente
queridos, se siente apreciados, es un camino fácil, se gana mucho mejor que de
albañil, obrero o campesino, las cosas materiales se consiguen con una llamada,
si se sobrevive a los enfrentamientos y a los “gajes del oficio” al riqueza te
espera, si no es así se convertirá en un muerto más, de los tantos que aparecen todos los días en
la noticias. Lo sueños se acabaron pero el juego continua.
4.4
Fuentes Carlos (2000) LOS CINCO SOLES DE MEXICO. Seix Barral. México, capitulo
“Vieja Moralidad”, p. 271-388
Me
pareció una lectura bastante amena y divertida, me puso a reflexionar sobre lo
consideramos “bueno” o “malo”, lo que para algunos un acto es de malicia para
otros es algo natural. Un ejemplo muy concreto es el tema de la masturbación y
la pornografía, si le preguntas a un sacerdote ¿Qué opina sobre la
masturbación? Lo más probable es que te diga que es malo, que es pecado, porque
estas desperdiciando tu semen en el caso del hombre, pero si le preguntas a un
sexólogo te dirá que es natural y que inclusive tiene beneficios como la
prevención de cáncer de próstata, pero que como se rige bajo el principio de
que todo en exceso hace daño, así que la
manera de saber si estas fuera de la norma, es saber si está afectando tus
actividades cotidianas como ir a la escuela, al trabajo o tu vida social.
El
bien y el mal es esta polaridad que parece estar separada pero que en realidad
desde una perspectiva oriental son caras de una misma moneda. Los opuestos son
necesarios entre si pues se complementan y si uno de los dos dejara de existir
el valor del otro se perdería.
4.5
Fuentes, Carlos (2000) EL ESPEJO ENTERRADO. FCE. México, Capitulo “La hispanidad
norteamericana”, p. 371-388
Carlos
se presenta optimista ante la conexión entre hispanohablantes y nativos
norteamericanos, a pesar de las diferencias de ideologías como religión,
administración de dinero, o la muerte. Personalmente lo considero difícil a
pesar de existe un gran porcentaje de hablantes del español en Estados Unidos
es complicado porque a pesar de que la potencia mundial necesita de los
inmigrantes se les trata de una manera no conciudadana, nosotros de este lado
del muro que Trump no construyo nuestra
economía depende en gran parte de las remesas de nuestros paisanos, esto
gracias al respeto y la idea de la familia que se tiene en México. Pero es
negativo desde la óptica de la estabilidad del país ¿Qué pasaría si esas
remesas dejaran de existir? ¿Por qué siendo México un país diverso nuestra
economía es menor a la de países con menos territorio y mucho menos recursos
como Japón?
De
nueva cuenta a reflexionar ¿Qué estamos haciendo mal? O ¿Por qué no cambiamos
una vez que ya conocemos las problemáticas? ¿Por qué esa necesidad de quedarse
en la mediocridad? ¿Por qué la corrupción?
Lo que
nos podemos esperar ahora como ya no he mencionado en otros escritos es que en
la desesperación tendamos a caer en un gobierno totalitarista y autoritario.
Aunque
abrir las puertas de un país con los
brazos abiertos no es fácil, ya le toco a México enfrentar una situación con
las caravanas de migrantes provenientes del Sur.
El
encuentro de culturas es enriquecedor pero tiene sus matices por lo que no es
una afirmación que se debe tomar literalmente.
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