
Universidad
Autónoma de Querétaro,
Campus
San Juan del Río,
Facultad
de Psicología,
Área
clínica- 6to semestre
Materia:
Método
Psicoanalítico
Profesora:
María Guadalupe Reynoso Nieto
Alumno:
Ramiro
Cruz Loma
290080
Fecha:
01 de junio del 2022
¿Los actos fallidos deben ser siempre
interpretados?
Introducción.
Nuestros actos fallidos son actos que
triunfan, nuestras palabras que tropiezan son palabras que confiesan. Unos y
otras revelan una verdad de atrás, En el interior de lo que se llama asociaciones
libres, imágenes del sueño, síntomas, se manifiesta una palabra que trae
verdad. Si el descubrimiento de Freud tiene un sentido solo puede ser este: la
verdad caza por error por el cuello de la equivocación.
Jacques
Lacan, Seminario 1 (1953-54), Los Escritos técnicos de Freud.
Feicha,
sabor, abril, spech, logro, rendimiento, hora, edad, suena, son algunos de los
lapsus que recuerdo haber tenido en el transcurso de estos meses, también viene
a mi mente uno de hace años en el que realizo una exposición en relación al
consumo de drogas, y al final de la presentación digo
Por lo
que este 31 de mayo los invito a fumar, cuando en realidad quería decir es
“este
31 de mayo los invito a dejar de fumar”, debido a que es una fecha
conmemorativa.
Y la
lista podría seguir, pero no solo he observado mi lenguaje y si tengo la
oportunidad anoto la palabra, aunque generalmente “olvido” donde lo anote,
además soy más receptivo al lenguaje que usan los otros como
“Me
equivoque de grupo de whatsapp…”
O
notar la diferencia entre “tengo un chico...” a “con mi novio”, o redactar
bueja en vez de buena en relación a una canción.
El
ultimo que escuche fue el de “se lo voy a enviar a mi tío, digo a mi primo”
Así
también las frases como me caí, me equivoque, se me hizo tarde, lo olvide,
ahora cuando los escucho me parecen muy intrigantes, cuando generalmente no me
percataba de ellos.
Por lo
que la pregunta que me planteo es ¿los actos fallidos deben ser siempre
interpretados? O bien dicho con otras palabras ¿los actos fallidos realmente
tienen relevancia en el análisis?
Desarrollo.
Freud
nos dice que:
Los actos fallidos deben
considerarse por sí y para sí, ya que cumplen un propósito (puede querer
decirse lo opuesto, o añadir otro sentido). Este propósito se manifiesta a
veces más evidente y otras no tanto (cuando estos se desfiguran demasiado). Por
lo que nuestros actos fallidos son actos que triunfan, nuestras palabras que
tropiezan son palabras que confiesan, unos y otras revelan una verdad de atrás.
La verdad caza al error por el cuello en la equivocación. Con su propio cuerpo
el sujeto emite una palabra que, como tal, es palabra de verdad, una palabra
que él ni siquiera sabe que emite como significante. Porque siempre dice más de
lo que quiere decir, siempre dice más que lo que sabe que dice. Es cierto que los
actos fallidos pueden ocurrir cuando estamos excitados, cansados o en un estado
normal, en cualquiera de los casos lo que nos muestra es un camino ¿Qué es lo
que determina que transitemos por este?
Freud nos habla de dos
tendencias: la perturbada, es aquella persona que comete un acto fallido lo
declara y lo conoce. En este sentido es inequívoca. Después esta la
perturbadora, quien es la persona que comete un acto fallido y que no se
muestra tan nítido, desfigura la originaria y expresa para nada ella misma.
El acto fallido se presenta
como un genuino hecho psíquico, pero la resistencia nos conduce a considerarlo
como un acto azaroso, lo que nos otorga la ilusión de libertad psíquica
(parecida a la de un juez y acusado). El acto fallido se debe tomar como
presagio, podrá servirnos para descubrir la intención que ocultan, pero el
obrar se las arregla con frecuencia para enmascararse como una vivencia pasiva.
Existe una diferencia entre los actos fallidos con sentido de carácter anímico
y aquellos causados por influencias orgánicas que son acciones sintomáticas,
pero la línea que separa a ambas es difusa. Las operaciones fallidas son el
resultado de las dos tendencias en conflicto que tiene aspiraciones
incompatibles. La perturbada (que es el contenido) y la perturbadora (que es la
intención). Puede ser que ambas se complementen o que nada tengan que ver entre
sí en cuanto al contenido, pero lo relevante es que la conexión entre ellas es
de manera artificiosa y por vías de conexión forzadas.
Las tres ideas coinciden en
que la sofocación en el habla del propósito ya presenté de decir algo, es la
condición indispensable para que se produzca desliz en el habla; la
interferencia entre las dos intenciones tiene como condición necesaria el
refrenamiento es decir la represión de una para que pueda exteriorizarse
mediante la perturbación de la otra. Ella misma tiene que haber sido
perturbada, para que devenga perturbadora.
Conclusión.
Sin
duda alguna, los actos fallidos están presentes en nuestra vida cotidiana, a
pesar de que intentemos escapar de ellos, por alguna razón siempre vuelven a
nosotros, siempre aparecen. En tanto dando respuesta a mi pregunta inicial, los
actos fallidos son y deben ser interpretados en medida de lo que la persona así
lo decida. Pues no podemos meter nuestra cuchara llena de nuestros
“conocimiento” o en su caso de nuestra mierda, en donde no se nos ha
solicitado, y aun cuando esto se nos solicita debemos ser cuidadosos con las
interpretaciones que comunicamos con los otros, pues así como interpretamos y
conjeturamos, debemos procurar hacernos responsables de la angustia que
provocamos al otro.
Referencias
bibliográficas.
Freud,
Sigmund. (1916 [1915]). Conferencias de introducción al psicoanálisis. “Los
actos fallidos”. Primera parte, conferencia 4, Tomo XV. Buenos Aires; Amorrortu
Editores.
Freud, Sigmund. (1916 [1915]). Conferencias de
introducción al psicoanálisis. “Los actos fallidos”. Primera parte, conferencia
3, Tomo XV. Buenos Aires; Amorrortu Editores
Jacques
Lacan, Seminario 1. Los escritos técnicos de Freud. Cap. XXI. Sesión del 30 de
junio de 1954, “La verdad surge de la
equivocación”. Editorial Paidós.
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